11ª sesión -el currículum oculto-

Durante la clase del 14 de Noviembre volvimos a abordar temas de anteriores sesiones como es el de el currículum, el conjunto de competencias básicas, objetivos, contenidos, criterios metodológicos y de evaluación que los estudiantes deben alcanzar en un determinado nivel educativo. En el sentido educativo, es el diseño que permite planificar las actividades académicas.
Por otro lado encontramos "escondido" el currículum oculto, aquellos aprendizajes que son incorporados por los estudiantes aunque dichos aspectos no figuren en el currículum oficial. Dentro de este podemos nombrar como ejemplo el sistema democrático dominante como el "bueno" entre otros, pero también, si nos paramos a inspeccionar un poco los libros con los cuales trabajan desde pequeños los alumnos en las escuelas podemos percibir un cierto destinatario como es la persona blanca de medio-alto nivel económico.
Es un aspecto el cual, al menos yo hasta este momento, no me había percatado, pero es una realidad la cual cometen las editoriales de nuestro país, esas que poco a poco se han hecho con el poder de emisoras de radio, canales de televisión, periódicos, etc. Son éstas las que nos muestran el mundo y lo hacen a su manera, como ellas quieren que lo percibamos, es por esto que el maestro de estos pequeños debe tener un poco de conciencia y mostrar diversas actitudes ante sus alumnos para que estos se percaten de que la vida no es tal como la muestran éstos, una difícil tarea de la cual tenemos que trabajar para cambiarla.

Dentro de ésto a que llamamos currículum oculto encontramos el debate del uniforme, encontramos muchas y diversas opiniones acerca de este tema, tales como es por comodidad, por ahorrar en ropa, por la igualdad dentro de las aulas, etc. Pero aquello de lo que no nos hablan es de el uniforme como señal de distinción, de yo soy éste y tu eres el otro, el uniforme como medio de proporcionar a los alumnos una identidad de la cual se han de sentir orgullosos (o no) de a qué colegio pertenecen.
Según mi parecer estas medidas solo aumentan la rivalidad entre los más pequeños de nuestra sociedad, es como una directriz de con quien han de juntarse y con quien no, una manera de diferenciarlos para el futuro ya desde pequeños, de que se acostumbren al uniforme para cuando la sociedad les imponga uno lo acepten sin más.

Sin mencionar el comercio que se encuentra tras ellos, precios disparatados para polos, chaquetas, pantalones y faldas que impiden que se encuentren cómodos con esas prendas que ellos prefieren, con colores con los que se identifican y modas que definan sus personalidades.
Aquello que parece una despreocupada moda para que las madres vistan a sus hijos responde de formas inesperadas cada vez más en nuestra sociedad, en la que no queda otro remedio, al parecer, que acatar las normas.